HARDI ha demostrado que la pulverización localizada con un NAVIGATOR 4000 i con la posibilidad de activar y desactivar las boquillas individualmente es eficaz para tratar las hierbas no deseadas - y sólo éstas - en un campo de gramíneas altas.
Los ensayos de campo fueron solicitados por un grupo danés de homólogos (grupo Erfa) adscrito a la Asociación para la Pulverización de Precisión de la Agencia Danesa de Protección del Medio Ambiente. El grupo quería aprender sobre la pulverización localizada en un cultivo de alto valor como las semillas de gramíneas con el objetivo de conseguir un producto final más limpio.
Los participantes observan la parcela de 1x1 m, tratada de manera selectiva con colorante rojo sin afectar la zona circundante, tras el paso del pulverizador
Antes de los ensayos, el campo fue sobrevolado por un dron que llevaba una cámara para identificar las zonas que contenían especies de gramíneas no deseadas.
Los ensayos se llevaron a cabo los días 27 y 28 de octubre de 2020 en la finca de Nørager, en West Zealand (Dinamarca). También participaron el Instituto Tecnológico Danés y DLF Seeds and Science.
Los ensayos se llevaron a cabo para examinar dos retos:
1. ¿Es capaz un pulverizador con apagado y encendido individual por boquilla
de pulverizar una parcela de 1x1 m localizada por GPS?
2. ¿Puede limitarse la pulverización únicamente a las zonas con semillas de gramíneas
foráneas, reduciéndose, en este caso, la superficie total del campo a aproximadamente el 35%?
El pulverizador NAVIGATOR i ha resuelto ambos problemas, reduciendo la pulverización en un 65%.
Las boquillas individuales de la barra sólo se abren una fracción de segundo sobre las especies de hierba no deseadas.
En este ensayo de campo, se esperaba que la pulverización localizada limitara el tratamiento a un 35% de la superficie total del campo, y el Navigator 4000 i lo consiguió.
Beneficios reales para el agricultor
La pulverización localizada de zonas concretas de un campo tiene unas perspectivas fantásticas, independientemente de si las malas hierbas se identifican mediante un dron, un satélite o las cámaras de la barra del pulverizador. Un tratamiento exacto asistido por señal GPS puede mejorar la calidad de los cultivos, las operaciones agrícolas y la economía, así como reducir el consumo de productos fitosanitarios.